La acústica en los edificios
residenciales ha tomado importancia en las últimas décadas: departamentos cada
vez más lujosos, mayor oferta en el mercado y compradores más especializados el
confort acústico, empiezan a pesar cada vez más en la decisión de compra.
Existen tres causas de problemas acústicos en los departamentos. El primero es el aislamiento de ruido que viaja por el aire; puede ser de un departamento vecino o de la calle (voces, música, automóviles…). La solución es sellar cualquier orificio que permita el paso del ruido y aumentar la masa del elemento mediante un lambrin de tablero de yeso con una colchoneta de lana mineral o fibra de vidrio en la cavidad para generar un mayor aislamiento.
Para el ruido
del exterior, es recomendable utilizar ventanas de proyección o abatibles con
sellos de hule que puedan absorber las diferencias entre la ventana y el marco.
Las ventanas corredizas no sellan y permiten el paso de ruido.
El segundo problema
más común es el ruido que viaja por la estructura, (ruidos producidos por el
paso de personas en el piso superior o movimiento de muebles); para reducir
ruidos, se recomienda separar el piso de la estructura mediante un material
flexible que amortigüe el impacto.
En el mercado existen
muchos productos que se pueden utilizar, entre los proveedores están Acoustimat
de Maxxon, Sika Acoustic y MPV4 de Bostik entre otros. Para que un producto
cumpla con el aislamiento de impacto necesario deberá de contar con un número
mayor a 45 o 50 IIC (Impact Isolation Class).
El tercer tema tiene
que ver con el ambiente interior. Hoy en día, vemos espacios de mayores alturas
y materiales duros (mármoles, tablero de yeso, cristal). El sonido que choca
con estas superficies rebota casi totalmente, provocando que el sonido se
mantenga en el espacio por largo tiempo, esto se conoce como tiempo de
reverberación.
En este tipo de
espacios es recomendable buscar un balance entre materiales duros y materiales
porosos -alfombras, muebles a base de tela y cortinas de telas gruesas-.
También existen soluciones a base de materiales que permiten el paso del sonido
hacia superficies con lanas minerales o fibras de vidrio que absorben mucho
sonido.
No debemos de olvidar
que estamos diseñando espacios para que los habiten seres humanos que cuentan
con oídos, nariz y sensores térmicos. Diseñemos y cuidemos todos nuestros sentidos.
* Omar Sadd es arquitecto especialista en acústica arquitectónica
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